LOS RETOS DE VÍCTOR CASTRO COSÍO EN BAJA CALIFORNIA SUR



por Alejandro DOMINGUEZ

En Baja California Sur habrá un gobierno de izquierda encabezado por Víctor Castro Cosío, quien sorprendió a muchos con su triunfo en el que fue su tercer intento por gobernar el estado, donde inició su carrera como maestro y se preparó políticamente hasta llegar a ser secretario de Educación, alcalde de la capital La Paz y, recientemente, senador de la República.

En el cargo pretende convencer a los empresarios que no lo apoyaron en campaña a que juntos impulsen el desarrollo, la educación y el turismo, no solo en las principales ciudades, sino en todo el estado. 

Para prevenir hechos de violencia, mantendrá la estrategia actual de coordinación a través de las mesas de paz, buscará a los al menos 500 desaparecidos que le preocupan en su estado e intentará prevenir la formación de pandillas que, dice, podrían dañar las zona turística de Los Cabos.

¿Hacia dónde quiere encaminar el estado?

Primero que sea un estado que tenga muy clara su responsabilidad como gobierno, es decir, servirle bien a la gente, atender bien a la gente. Lo quiero encaminar para que sea un gobierno que se destaque por su honestidad, que los recursos públicos alcancen mucho más. Lo quiero definir como una entidad que busca el desarrollo económico con desarrollo social, ir equilibrando, que no solamente la balanza se cargue al desarrollo económico en algunas regiones y se abandone en otras. 

Por eso el desarrollo turístico es fundamental para nosotros. Lo voy a respaldar en todo, pero no que se concentre solo en la zona de los Cabos y La Paz, sino que hay que replantearnos todo. Todo el estado puede ser un pueblo turístico. No es solo por la hermosura, sino por la posibilidad de que la gente conozca zonas como La Salina, es impresionante, es la salina más grande del mundo y la tenemos aquí en México.

Si la gente conoce cómo se produce la sal, es un conocimiento hasta académico, pedagógico para los chamacos. Es una enorme variedad. Tenemos los oasis, la ruta de las misiones que construyeron los misioneros españoles que son joyas arquitectónicas hermosas y de la cultura mexicana.

El motor del desarrollo económico Baja California Sur es el turismo, pero también trajo contradicciones muy fuertes. No nos aplicamos bien y hoy el resultado de las contradicciones es que tenemos un problema de agua en el estado muy fuerte, tenemos un problema de infraestructura urbana, de instalaciones deportivas abandonadas. Yo creo que es una enorme tarea.

Hay que sentar las bases para ir paulatinamente, no lo voy a lograr yo en 6 años, y estoy consciente, sería demagogo, pero le vamos a entrar con todo.

​¿Y con la ayuda de los empresarios?

He estado platicando con algunos empresarios, por la clasificación ideológica en la que me han ubicado tenían ciertas reservas, y tal vez las tengan. Yo fui alcalde ya y no pasó nada, pero fue en La Paz, entonces pude trabajar con algunos empresarios de manera mucho más coordinada, sin menos problemas. Y sí, hubo un proyecto de vivienda entre un español, Manuel Arango. El señor Arango nos ayudó mucho, hicimos un programa de vivienda en La Paz para el que solo pagaron 8 mil 500 pesos los dueños de la vivienda, que era muy decorosa.

En Los Cabos sí platicamos con prejuicios abajo y entendemos que lo más importante es el desarrollo equilibrado por el bien de todos, creo que podemos tener comunidades mucho más dedicadas a estudiar que la vagancia, porque el día de mañana que ese polvorín que está en Cabo San Lucas se definiera como pandillas, que bajen a los centros turísticos, a los lugares de diversión, vamos a perder todo.

Ya no hay que echarle más fuego, hay que intentar reordenar la infraestructura urbana, mejorar el sistema de salud, urge.

​El Presidente les pidió disminuir las tasas de homicidios en sus estados, ¿cómo lo hará en Baja California Sur?

Yo fui delegado del gobierno federal en Baja California Sur los últimos dos años, me tocó participar en la mesa de paz. Esta mesa de seguridad hay que sostenerla, fortalecerla presencialmente.

En Baja California Sur sí se logró un avance importante antes del 2018. Si algo nos enorgulleció históricamente a los sudcalifornianos fue la tranquilidad, era muy extraño que hubiera un homicidio, pero de pronto, del 2014 al 2015, se nos fue incrementando y llegó el 2015 a haber mil muertos en el año, ya era desastroso. Y paradójicamente en el 2015 hubo elecciones, a quien le pasaron la factura fue al gobierno federal, no al gobierno local. Ganó todo el PAN. Era un problema no sólo del gobierno federal, este problema es de los municipios, es de todos, de la sociedad misma. Así que, para mí que he participado mucho en la vida política de mi tierra, me extrañó mucho. Yo fui candidato a gobernador por segunda vez en 2015, de Morena, y me pareció un exceso que la factura la pasaran al gobierno de la República, no al local, aunque eran hechos del fuero común.

Sin embargo, se hizo una mesa de seguridad antes del 2018, antes de esta mesa de paz actual y creo que funcionó bien y se coordinaron bien, de tal manera que descendieron.

Ahorita Baja California Sur, después de Yucatán, somos los que menos homicidios dolosos tenemos, ha funcionado y hay que mantenerla, mejorarla y reconocer que el esfuerzo anterior sirvió. Ahora hay que aplicarnos en un tema de seguridad, que es un asunto muy delicado, que crecieron las desapariciones forzadas, hay más de 500 en fechas recientes. Es un asunto que no podemos soslayar. Va a ser una de las herencias más duras que pueda tener un servidor, porque imagínate que tuvieras un pariente, un hermano desaparecido, independientemente de su comportamiento social o antisocial, un criminal. En mi tierra, una de las menos pobladas del país, hay más de 500 desaparecidos.

¿Cómo los van a buscar, en coordinación con gobernación federal?

Me he comprometido con las víctimas porque en campaña platican en el barrio, en la colonia, generalmente es gente que tiene algo que ver con el crimen organizado o anduvo o es drogadicto, o tiene antecedentes criminales. Las familias de todas maneras se acercan y te dicen, “yo sé que andaba mal, pero que me lo entreguen profe”. Ese tema es algo que tenemos que mejorar.

¿Sabía que la tercera iba a ser la vencida para ganar la gubernatura aún cuando su triunfo sorprendió a muchos en la oposición y en Morena?

Lo peor que nos puede pasar a las personas es ser arrogante y yo voy a procurar, por todo lo que viví, lo aprendí en el propio Senado, yo soy senador con licencia, decidí apostarle en todo lo que sigue de mi historia. Sé en qué punto biológicamente, históricamente, estoy parado, entregar todo lo que esté a mi alcance para que la transformación se haga realidad en Baja California Sur, sentando las bases, avanzaremos en ese proceso. Era lo más importante para un militante de la izquierda histórica, desde que yo tenía 17 años empecé a participar con la idea de transformar y a cambiar el viejo régimen.

Avanzamos, pero se requiere mucho más esfuerzo. Finalmente, eso hacía que yo tuviera dudas, hasta dónde iba a llegar la derecha de mi tierra a taparme la última alternativa como candidato. No se me iba la vida, lo dije una y otra vez, porque una candidatura no define los principios, ni las convicciones de las personas. Pero sí ayuda, sin duda contribuye a que esté aquí diciéndole a la gente que vamos a buscar la manera de mejorar el gobierno, haciendo un gobierno austero, honrado, de gente de trabajo, con decencia, que ayude a atender a la gente, estar más tiempo en los barrios, en las colonias con la comunidad, fundirme con la comunidad esta última etapa, pero sí hubo preocupaciones.

Voy a ser muy honesto, la gente del movimiento en todos los municipios tenía mucha confianza, incluso perdimos un municipio, el de Mulegé, pensando que era el más seguro. Ahí quién sabe qué sucedió, votaron por el PAN que ya los había gobernado, pero hay que trabajar bien por todos.

¿En el nuevo gobierno se va a hacer algún tipo de revisión, auditoría al gobierno de Carlos Mendoza Davis?

Cuentas claras, amistades largas. Así que entreguen bien y si hay alguna irregularidad se revisará. No voy a llegar avasallando, atropellando a nadie, no me interesa. 

Mi interés es que de aquí en adelante empecemos a construir una historia entre todos los sectores sociales de reconciliación social. Atender a todos los ayuntamientos por igual, si son de un partido o del otro no me interesa, hay que ayudar a todos. Vamos a gobernar para todos y para todas en la diversidad, con tolerancia, con inclusión para las minorías. 

Por supuesto que tengo muy claro que hay que construir comunidades mucho más fraternas, más solidarias y menos agresivas contra las minorías, por ejemplo la comunidad LGBT y más, yo creo que ahí también tenemos que parar cualquier indicio, formulación sexista, racista o que no nos ayude a formar sociedades fraternas, solidarias. Hay que ayudarnos sin importar el credo o la práctica que tengas de la sexualidad que sea, nada más que haya respeto entre unos y otros.

El único compromiso es que Baja California Sur nos une y por Baja California Sur vale la pena todo el esfuerzo que podamos desplegar como profesionales de la vida política, social y comunitaria en esta queridísima y hermosa tierra.

  

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