El peso
mexicano muestra una apreciación frente al dólar estadounidense, alcanzando un
valor de aproximadamente 18.0230 unidades por dólar, impulsado por una
disminución en la cautela del mercado y en respuesta a datos de inflación
nacional que modificaron las expectativas sobre los próximos movimientos del
Banco de México en materia de tasas de interés.
La sesión
financiera está marcada por la anticipación hacia la próxima decisión de
política monetaria del Banco de México, programada para el próximo jueves,
donde se prevé que la tasa de interés se mantenga en el 11%. La atención
también se centra en el indicador PCE de Estados Unidos, excluyendo el
componente de vivienda, el cual podría influir en las futuras decisiones de la
Reserva Federal (Fed) respecto a las tasas de interés, con posibles recortes
contemplados para septiembre o incluso diciembre.
El Instituto
Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reportó esta mañana que el Índice
Nacional de Precios al Consumidor (INPC) mostró un aumento durante la primera
quincena de junio, impulsado principalmente por los precios agropecuarios.
La
apreciación del peso mexicano se alinea con la debilidad del dólar a nivel
internacional, reflejada en el índice DXY, que muestra una depreciación del
dólar frente a una canasta de seis monedas internacionales, situándose en
105.032 unidades, con una caída del 0.39%.
En el ámbito
bursátil, Wall Street inició la jornada con ganancias, lo cual afecto
positivamente a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), que registra un avance del
0.66% en la mañana de hoy.
Por otro
lado, el mercado del petróleo continúa operando en niveles elevados, con el
barril de Brent cotizando cerca de 84.75 dólares y el West Texas Intermediate
(WTI) alrededor de los 81.14 dólares. La persistente tensión geopolítica,
particularmente entre Hizbulá e Israel, así como la posibilidad de una
extensión en los recortes de producción acordados por la OPEP+, impulsaron las
compras en el mercado energético en las últimas semanas.
Finalmente,
el mercado del oro muestra una leve recuperación, con el metal precioso
alcanzando nuevamente niveles cercanos a los 2,340 dólares la onza, en un
contexto de estabilidad relativa en los mercados de divisas y commodities.
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